lunes, 20 de julio de 2015
miércoles, 15 de julio de 2015
EL CHAPO
Esta fue la segunda fuga en 15 años de Guzmán, el hombre fuerte del poderoso Cártel de Sinaloa, quien había sido capturado en febrero del año pasado en la ciudad costera mexicana de Mazatlán luego de haber estado prófugo por 13 años tras su primer escape.
Monte Alejandro Rubido, el comisionado de Seguridad Nacional, explicó en un mensaje a medios que la fuga ocurrió a las 20.52 hora local del sábado, cuando el capo descendió por una escalera unos 10 metros, desde una apertura de 50 centímetros por 50 centímetros hecha en el piso de la ducha de su celda.
Lea también: ¿Cómo ocurrió la nueva fuga de "El Chapo" Guzmán?
En las imágenes difundidas se puede apreciar a "El Chapo" vestido y dando varias vueltas desde la cama al baño del pequeño cuarto, en lo que Rubido calificó como un comportamiento normal de los presos recluidos en la zona de "tratamientos especiales".
"A partir de las 20.52.15 no vuelve a aparecer", dijo Rubido, al mostrar los videos de dos cámaras, una de ellas instalada al interior de la celda.
Una pequeña barda que divide la zona de ducha del dormitorio obstaculiza la visión plena del área de higiene de los presos.
Lea también: Los corridos que se crearon tras el escape del 'Chapo' Guzmán
Las autoridades presumen que "El Chapo" Guzmán tuvo que haber recibido ayuda de personal del penal, que está sujeto a investigación.
El espectacular escape del capo de la droga más famoso del mundo ha elevado la presión sobre el Gobierno del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, para que enfrente a la corrupción y las bandas del narcotráfico que juegan un violento papel en la vida de su país.
Esta fue la segunda fuga en 15 años de Guzmán, el hombre fuerte del poderoso Cártel de Sinaloa, quien había sido capturado en febrero del año pasado en la ciudad costera mexicana de Mazatlán luego de haber estado prófugo por 13 años tras su primer escape.
Monte Alejandro Rubido, el comisionado de Seguridad Nacional, explicó en un mensaje a medios que la fuga ocurrió a las 20.52 hora local del sábado, cuando el capo descendió por una escalera unos 10 metros, desde una apertura de 50 centímetros por 50 centímetros hecha en el piso de la ducha de su celda.
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En las imágenes difundidas se puede apreciar a "El Chapo" vestido y dando varias vueltas desde la cama al baño del pequeño cuarto, en lo que Rubido calificó como un comportamiento normal de los presos recluidos en la zona de "tratamientos especiales".
"A partir de las 20.52.15 no vuelve a aparecer", dijo Rubido, al mostrar los videos de dos cámaras, una de ellas instalada al interior de la celda.
Una pequeña barda que divide la zona de ducha del dormitorio obstaculiza la visión plena del área de higiene de los presos.
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Las autoridades presumen que "El Chapo" Guzmán tuvo que haber recibido ayuda de personal del penal, que está sujeto a investigación.
El espectacular escape del capo de la droga más famoso del mundo ha elevado la presión sobre el Gobierno del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, para que enfrente a la corrupción y las bandas del narcotráfico que juegan un violento papel en la vida de su país.
miércoles, 8 de julio de 2015
- Sostén correctamente el arma. El agarre debe ser lo más firme posible para controlar el retroceso que pueda ejercer el arma. Además, sostenla por la culata tan alto como puedas. La mayor parte del peso y las fuerzas ejercidas sobre el arma estarán en la parte superior, así que sostenerla alta te permite controlar mejor esas fuerzas.
- 2 Coloca tu en la posición del tirador. Tus deben estar separados la misma distancia que los , y el pie opuesto a tu mano dominante, un poco adelantado. Para disparar rápidamente, inclina los hombros ligeramente hacia adelante para mover tu centro de balance en la dirección del movimiento de retroceso del arma. La clave está en equilibrar tu cuerpo y estar en una posición firme para evitar balancearte de un lado al otro o hacia adelante y atrás.
- 3 Usa ambas manos para estabilizar el arma. Cuando apuntes, tu mano dominante (la que sostiene el arma) debe estar completamente derecha. Dobla el otro hombro y usa la otra mano para más soporte.
- 4 Enfoca las miras. Las pistolas tienen dos juegos de miras: las delanteras y las traseras. Estas últimas tienen una muesca en el centro. Cuando apuntes, alinea la mira delantera central con el centro de las traseras, manteniendo las partes superiores de ambas miras niveladas. Enfoca con las miras delanteras mientras alineas las traseras. Donde sea que se crucen estas miras es donde caerá la bala.
- 5 Presiona el gatillo suavemente. La tendencia de muchos tiradores es apretarlo rápida y bruscamente, lo que puede mover y desalinear las miras dando como resultado un tiro poco preciso. Presiona el gatillo completamente y hazlo con un movimiento controlado que no altere la puntería de las miras.
lunes, 6 de julio de 2015
Todas
las armas de fuego necesitan un mínimo de mantenimiento para
conservarse en forma, y esta necesidad variará según lo intenso del uso
que le demos y también en el tipo de arma que tengamos. El correcto
mantenimiento permite conservar durante largo tiempo e incluso
transmitirlas de padres a hijos. Algunas piezas han soportado las peores
inclemencias y tratamientos, pues algunas hasta han permanecido ocultas
bajo tierra, en periodos de guerras. Las
armas, como piezas de metal generalmente sin pintar o de madera, tienen
muy poca resistencia a la humedad (así se reside en dichas zonas, tomar
mayor precaución de mantenimientos), y es preciso liberar al arma del
agua acumulada. Para las partes externas, podemos usar un trapo de lana, pasándolo por los cañones y las superficies externas. Con
relación al interior de los cañones es necesaria, una limpieza de los
residuos de pólvora, del plomo o del plástico, debiendo de pasarse con
regularidad las escobillas correspondientes al tipo de arma.
Se
debe tener especial precaución en el armazón, cierre: pues el aceite
puesto en gran cantidad en el mecanismo (agujero del percutor, etc.),
corren el peligro de secarse, o acumularse tendiendo a bloquear ciertas
piezas interiores. Una
vez secas las partes externas del arma, el armazón y los cañones, es
conveniente pasar una ligera capa de aceite de vaselina o de grasa
especial.
Armas sin uso
A
las Armas, nada las cuida más que usarlas frecuentemente, reza un dicho
popular, sobretodo para con el ánima de los cañones, pues en la mayoría
el acero está desnudo, y abierto a la corrosión. Después de algún tiempo la humedad del aire se condensa en el acero frío, comenzando el proceso de picado.
Lo
más común es aceitarlo adecuadamente y taponar la boca del cañón para
evitar la entrada de aire, procurando guardar el arma en un lugar seco y
fresco, y recordando periódicamente revisar el arma. También se puede
taponar enteramente con vaselina o grasa consistente, logrando así una
mayor protección anti-humedad, sobre todo cuando estas armas vallan ha
estar una gran temporada almacenadas.
No es conveniente dejar que pasen años sin revisarlas
y encontrar un desastre sin solución, así mismo procederemos a aceitar
todas las partes metálicas, y con un paño les quitamos el exceso. A
las partes de madera se les puede aplicar cera especial para maderas,
evitando también los excesos. A la armas militares se les suele
almacenar untadas en grasa, pero ésta es muy difícil de remover si
llegamos a querer utilizaras
Armas en uso
Después
de hacer uso de nuestras armas en la actividad elegida (caza,
entrenamiento, etc.…), lo primero es verificar que han quedado
descargadas, y sólo después de esto debemos proceder a guardarlas, la
munición por un lado y las armas por otro. Una vez finalizada la actividad, procederemos cuanto antes a limpiarlas, evitando el 'mañana si tengo tiempo...', y así evitamos que se acumule suciedad, residuos de la munición, la humedad, etc.
Proceso de mantenimiento y limpieza generalizado:
· Revisamos
el arma retirando el cargador e inspeccionando visualmente la recámara,
(en los revólveres basculamos el tambor y hacemos lo mismo), durante la
operación empuñamos el arma con firmeza y con el dedo índice lejos del
disparador.
· Procedemos
al desarme básico, retirando la mínima cantidad de piezas que permitan
acceder a los sitios dónde se acumula la suciedad, como la recámara y
zona de cierre.
· En
seco comenzamos con una baqueta (del calibre adecuado a cada arma) de
cerda a repasar el cañón procurando sacar el residuo suelto, atacándolo
desde la recámara.
· Aplicamos
un disolvente especial de armas para 'aflojar' los residuos que se
puedan haber acumulado en el cañón, y lo dejamos actuar unos minutos.
· Con
una baqueta de alambre de cobre comenzamos a repasar el cañón para
aflojar los últimos residuos, y con un cepillo pequeño de nylon o cerdas
le pasamos disolvente a la zona de cierre, percutor, extractor, etc. a
criterio, para quitar el hollín que se deposita allí.
· Con un paño retiramos todos los restos que se encuentren sueltos.
· Procedemos
a aceitar todas las superficies metálicas del arma, ya sea con spray o
aceitera, y con un paño limpio retiramos los excesos.
· Se le puede dar una terminación extra contra la corrosión aplicando silicona en spray, y repasando con un paño limpio.
· Los
cargadores deben limpiarse habitualmente, manteniéndolos aceitados y en
buen estado y sin munición evitando con esto que el muelle pierda
presión.
La limpieza del arma por partes
- El cañón y los mecanismos: Al efectuar un disparo, el cañón se ve afectado por varios elementos residuales, que se producen como consecuencia del mismo: la acción de los gases producidos por la pólvora y la ignición del pistón; el plomo y el latón de la camisa de la bala. Todos estos elementos, propios del disparo y extraños, tienen que tenerse en cuenta y tratarse de un modo diferente. Aunque de un modo genérico el problema es común a cualquier arma de fuego, hay una diferencia sustancial del tratamiento según se trate de armas de ánima lisa o estriada. En las armas de cañón estriado, los residuos se depositan fundamentalmente en la toma de estrías. La enorme presión que se ejerce sobre la bala para que tome las estrías y viaje a través del cañón, provocan su adaptación a los campos y fondo de las mismas, conllevando la pérdida de material, por fricción, la cual es mayor según se incrementa la velocidad, y peso de la bala. Esta inexorable erosión y depósito de material provoca, en mayor o menor espacio de tiempo, la inutilización del arma, que quedará inservible.
El
conjunto de piezas que forman el mecanismo de un arma está formado por
elementos de múltiples tamaños y formas, que únicamente funcionarán de
forma correcta cuando la interacción y tensión entre todas ellas sean
las correctas. Por ello si se acumulan residuos o polvo entre estas
piezas, el arma no trabajará como debería hacerlo, irá perdiendo
precisión paulatinamente, hasta un momento en el que la acumulación de
suciedad puede provocar el bloqueo de alguno de estos elementos o
incluso su rotura.
Los pasos a seguir para la limpieza serán los siguientes:
- Pasar un cepillo correspondiente al calibre del arma, de bronce con disolvente, por ánima, cuidando que el cepillo salga siempre por la boca.
- Limpiar el cepillo.Limpiar el ánima con varios parches.
- Si hay señal de latonado (Parches de color verde): repetir el proceso.
- Si no hay latonado, pasar un parche con producto mixto o lubricante si se va a guardar, o bien usar directamente.
La madera:
arañazos, pequeñas rajas, roturas... la madera es una de las partes que
más pueden sufrir de nuestra arma. Resulta por tanto necesario disponer
de los productos adecuados para su limpieza. En el mercado
encontraremos artículos especialmente pensados para este fin: no sólo
sirven para limpiar estas zonas de madera, sino que además les confieren
el grado de humedad necesario para que no se resquebrajen. Para limpiar estas superficies de madera, procederemos de la siguiente forma:
- Comenzaremos realizando una "limpieza general"; para ello pasaremos un trapo húmedo, con el que deberemos retirar toda la humedad y cualquier resto de suciedad visible (no se olvide de las zonas de difícil acceso, el polvo siempre las alcanza). Para las estrías y zonas difíciles podemos valernos de palillos de dientes o similar.
- Verifique que no le queda ninguna superficie por limpiar.
- Tras este primer paso de limpieza, comprobaremos el estado de la madera: si éste es correcto, es decir, no ha perdido mucho de su barniz original, simplemente le daremos una capa de cera incolora (podemos usar de la que se vende para muebles y superficies de madera).
- En caso de que este recubrimiento de la madera se encuentre deteriorado, deberemos repararlo, para lo cual nos serviremos de aceite de linaza cocido, con el que daremos un par de manos a toda la superficie. Tras aplicar el aceite lo dejaremos secar el tiempo conveniente y después procederemos a aplicar la cera especial para maderas.
- Superficies metálicas: ya sean pavonadas, cromadas o anodizadas, las superficies metálicas no pueden ser pasadas por alto. Para
su limpieza procederemos primeramente con un trapo suave, tras el cual
aplicaremos un aceite especial para armas, insistiendo siempre en las
zonas que así lo requieran. Si
encontramos materias extrañas que hayan quedado "incrustadas" en el
arma, deberemos proceder con un disolvente mineral (suave).
Tras esta limpieza a fondo, convendrá dar una ligera capa de aceite para armas, lo que servirá como escudo contra la oxidación. Si usted habita en una zona húmeda o cerca de la costa, debe ser consciente de que el riesgo de oxidación es mayor, por lo que además del aceite, deberá dar a sus armas una capa de vaselina filante. Los cargadores, una vez terminada de usar el arma, deben guardarse por separado y aceitados.
Una escopeta (término de origen italiano: schioppetto) es un arma de fuego, de ánima lisa o rayada, de mano, y que se sostiene contra el hombro, diseñada para descargar varios proyectiles (pequeñas balas, municiones conocidas como perdigones) en cada disparo.
Se trata de un tipo de arma ligera utilizada sobre todo en caza menor, en particular para aves, conejo, liebre, o en competiciones de tiro al plato. Las escopetas utilizadas en la caza mayor o destinadas a usos de policía o propósitos militares emplean cartuchos con una única posta de punta cónica (cartucho Brenneke) o con perdigones de mayor tamaño.
Las escopetas, en combate, al disparar proyectiles múltiples, es decir, una "nube" de perdigones a la vez con cada disparo, permiten acertar con facilidad a corta distancia, aunque sea con parte de los perdigones, siendo un impacto de lleno, demoledor. El poder de detención de un disparo a corta distancia es enorme. Al ir "abriéndose" la nube de perdigones se puede acertar a más de un blanco a la vez, si están juntos, a dos a unos 15 m y a 3 a unos 35 m. La dispersión de los perdigones, y la rápida pérdida de velocidad, hacen que pierda eficacia rápidamente a más de 50 m.
A diferencia de otras armas, el calibre de la munición de una escopeta normalmente no se mide en milímetros o centésimas/milésimas de pulgada. Se usa un sistema de pesos, de tal forma que el número refleja la cantidad de esferas iguales que pueden obtenerse con una libra de plomo, y cuyo diámetro coincide con el interior del cañón. Como es lógico, a menor número, más grande es el calibre. Por ejemplo, un calibre 20 significa que de una libra de plomo se pueden hacer 20 esferas, mientras que de un calibre 10 solo puedes sacar 10, por lo que el 10 es el doble de grande que el 20. Naturalmente, el tamaño de los perdigones que se cargan en el cartucho nada tienen que ver con el calibre. El calibre más común para caza y combate es el 12, siendo el 20 y el 10 otros bastante usados. También existen otros calibres, pero son minoritarios. Aunque al paso del tiempo se puso de moda el cal.16 utilizado en caza menor.
Hasta la primera mitad del siglo XIX se utilizaba el término escopeta para referirse a las armas para caza de pájaros o aves.
El disparo de una carga de perdigones en la caza menor ya se mencionaba en las leyes inglesas en 1549, pero este tipo de armas no alcanzaron su expansión hasta los albores del siglo XVII. Hasta el final del siglo XVIII, la mayoría de las escopetas tenían un único cañón. Algunas mejoras en la ignición permitieron reducir la longitud y el peso de estas armas, lo que hizo posible la fabricación de armas de dos cañones (uno al lado del otro), y popularizó la caza de aves en vuelo.
Como consecuencia de los avances en la fabricación de todo tipo de armas hasta la mitad del siglo XIX, las escopetas sufrieron algunas mejoras. En este periodo se perfeccionó el cañón agolletado, que hace que la boca del cañón sea más estrecha, de forma que los perdigones se mantienen más juntos en distancias largas. Más adelante se redujo la longitud del cañón hasta las magnitudes habituales de nuestros días, de 5 a 8 dm.
En 1880 aparecieron las escopetas de repetición de un solo cañón, pero se popularizaron con lentitud. Sin embargo, hoy constituyen la mayoría de las escopetas comercializadas. Entre éstas está la Maverick 88. Además de las escopetas tradicionales de un cañón o de dos cañones yuxtapuestos, que no han cambiado en el siglo XX, existen también las escopetas semiautomáticas y de corredera.
También en el siglo XIX se usaba el trabuco español, que era un arma de fuego con la boca acampanada y de gran calibre, de uso civil, que se hizo famoso por ser asociado primero con los guerrilleros de la Guerra de Independencia y posteriormente al bandolerismo.
Se trata de un tipo de arma ligera utilizada sobre todo en caza menor, en particular para aves, conejo, liebre, o en competiciones de tiro al plato. Las escopetas utilizadas en la caza mayor o destinadas a usos de policía o propósitos militares emplean cartuchos con una única posta de punta cónica (cartucho Brenneke) o con perdigones de mayor tamaño.
Las escopetas, en combate, al disparar proyectiles múltiples, es decir, una "nube" de perdigones a la vez con cada disparo, permiten acertar con facilidad a corta distancia, aunque sea con parte de los perdigones, siendo un impacto de lleno, demoledor. El poder de detención de un disparo a corta distancia es enorme. Al ir "abriéndose" la nube de perdigones se puede acertar a más de un blanco a la vez, si están juntos, a dos a unos 15 m y a 3 a unos 35 m. La dispersión de los perdigones, y la rápida pérdida de velocidad, hacen que pierda eficacia rápidamente a más de 50 m.
A diferencia de otras armas, el calibre de la munición de una escopeta normalmente no se mide en milímetros o centésimas/milésimas de pulgada. Se usa un sistema de pesos, de tal forma que el número refleja la cantidad de esferas iguales que pueden obtenerse con una libra de plomo, y cuyo diámetro coincide con el interior del cañón. Como es lógico, a menor número, más grande es el calibre. Por ejemplo, un calibre 20 significa que de una libra de plomo se pueden hacer 20 esferas, mientras que de un calibre 10 solo puedes sacar 10, por lo que el 10 es el doble de grande que el 20. Naturalmente, el tamaño de los perdigones que se cargan en el cartucho nada tienen que ver con el calibre. El calibre más común para caza y combate es el 12, siendo el 20 y el 10 otros bastante usados. También existen otros calibres, pero son minoritarios. Aunque al paso del tiempo se puso de moda el cal.16 utilizado en caza menor.
Hasta la primera mitad del siglo XIX se utilizaba el término escopeta para referirse a las armas para caza de pájaros o aves.
El disparo de una carga de perdigones en la caza menor ya se mencionaba en las leyes inglesas en 1549, pero este tipo de armas no alcanzaron su expansión hasta los albores del siglo XVII. Hasta el final del siglo XVIII, la mayoría de las escopetas tenían un único cañón. Algunas mejoras en la ignición permitieron reducir la longitud y el peso de estas armas, lo que hizo posible la fabricación de armas de dos cañones (uno al lado del otro), y popularizó la caza de aves en vuelo.
Como consecuencia de los avances en la fabricación de todo tipo de armas hasta la mitad del siglo XIX, las escopetas sufrieron algunas mejoras. En este periodo se perfeccionó el cañón agolletado, que hace que la boca del cañón sea más estrecha, de forma que los perdigones se mantienen más juntos en distancias largas. Más adelante se redujo la longitud del cañón hasta las magnitudes habituales de nuestros días, de 5 a 8 dm.
En 1880 aparecieron las escopetas de repetición de un solo cañón, pero se popularizaron con lentitud. Sin embargo, hoy constituyen la mayoría de las escopetas comercializadas. Entre éstas está la Maverick 88. Además de las escopetas tradicionales de un cañón o de dos cañones yuxtapuestos, que no han cambiado en el siglo XX, existen también las escopetas semiautomáticas y de corredera.
También en el siglo XIX se usaba el trabuco español, que era un arma de fuego con la boca acampanada y de gran calibre, de uso civil, que se hizo famoso por ser asociado primero con los guerrilleros de la Guerra de Independencia y posteriormente al bandolerismo.
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